
Me apasiona imaginar que cada proyecto pueda contener el espacio con la menor intervención posible. En la mayoría de los proyectos me es sustancial cerrarme a la calle para otorgarles un grado de privacidad a los ocupantes, los interiores por el contrario los abro para captar la suficiente luz natural que permitan vivir los espacios prescindiendo de elementos pasivos. Me conmueven las vistas generosas hacia jardines creados con propósito encuentro esta parte fundamental para la psique humana.
No creo que los aspectos más básicos de construcción pierdan vigencia, ni un material envejezca para mal, tenemos procesos constructivos que ponen en manifiesto un acabado fascinante, sensible. Me interesa comprender más a fondo una lógica constructiva, emplear materiales que estén a la mano localmente para permitirles mostrarse con expresión propia.
He dejado de buscar la elocuencia para analizar más lo práctico. Me deslumbra un ladrillo, una madera en su condición natural y la impresión que una tabla puede producir en un muro de concreto, estas expresiones las encuentro fascinantes.
Raúl Diego Cervantes/arquitecto